lunes, 5 de mayo de 2014

BORRADOR

Neightborhood homestay flat

Se trata del resultado de una investigación que ha llevado hasta crear un tipo de alojamiento temporal que permite el desarrollo individual y social del ser humano del siglo XXI. A continuación se explicarán los procesos que se han ido siguiendo hasta llegar a tales conclusiones.

Aristóteles, uno de los más filósofos más reconocidos de la antigüedad griega, define al individuo como un animal político, en otros conceptos, como humanos que necesitan vivir en sociedad.  (Política, libro 1,1)
Aunque el individuo necesita ese colectivo para poder vivir, no quiere decir que le resulte sencillo ya que se ve obligado a dejar a un lado parte de sus ambiciones personales para llegar a cultivar las relaciones sociales.

Como ejemplo de colectivos, en las zonas centrales de las ciudades y pueblos, donde el papel social toma una mayor importancia, se crean viviendas verticales. “El ambiente en el entorno urbano es apto para crear cierto grado interacción con los vecinos. Los vecindarios son una excelente oportunidad para establecer relaciones de apoyo, respeto y cordialidad.”
Los bloques de propietarios crean sub-colectivos donde las relaciones sociales se estrechan más haciendo que la cordialidad, el respeto y el apoyo son más proclives a que se lleven a cabo.

Aunque ya de por sí, formar parte de una sociedad es complicado, en el siglo XXI, existen otros factores que hacen peligrar estas comunicaciones. Uno de los peligros son las tecnologías que convierte al ciudadano en un ser agazapado, alejado del mundo que le envuelve, acercándose más a la idea de individuo antisocial. Según comenta María Luisa Pfeiffer, el articulo Derecho de la privacidad. Protección de losdatos sensibles.

En el siglo XXI, con la crisis, muchas son las personas se alteran sus formas de vida, abandonando sus hogares para buscar otro tipo de vivienda que cumpla a sus necesidades y se ajuste su economía. Ejemplo de ello son los desahucios, la ocupación ilegal o chabolas, imagen de viviendas indignas. Sin embargo,  no solo las personas que no pueden costearse un lugar donde dormir tiene problemas, sino que, las personas que tienen una propiedad y que pertenecen a un estatus medio, también les afecta la crisis. Tiempo atrás, estos individuos podían tener ciertos caprichos, como realizar un viaje o comprarse un vehículo. Cabe añadir, que no solo afecta de forma individual o familiar, sino que, también afecta a la hora de relacionarse con los semejantes ya que, el ser del siglo XXI prefiere aislarse en sus hogares con tal ahorrar y no despilfarrar sus ahorros.

Para conocer más acerca el estilo de vida de propietarios con problemas económicos, se realiza una investigación algo más cercana se les otorga un rostro con nombres y apellidos. Los propietarios se tratan de ocho familias que se encuentran en un edificio de viviendas y que cumplen con el perfil antes nombrado. Para el estudio, se realizan unos diagramas que trasladan las acciones y movimientos de los vecinos al papel a partir de representaciones gráficas. Este método tuvo repercusión en los años 90 y arquitectos como van Kermel o Foster, lo llevan a la práctica. 
El procedimiento se basa en reflejar las actividades del ser en función de la INTENSIDAD, el TIEMPO y el LUGAR.

Tras la representación gráfica y barajando los problemas antes citados, se empieza a pensar en crear otro modo de vida que permita adaptándose a las necesidades del ser del siglo XXI y que además, permita mejorar las relaciones sociales. Se baraja la posibilidad de crear un tipo de habitáculo compartido que permita tanto al arrendatario como al arrendador VIVIR Y CONVIVIR.

Con la idea de romper la cotidianidad en cuanto a formas de crear un hogar, surge la pregunta de ¿realmente, nadie se ha planteado esto antes? Y respondiendo a la cuestión, surge la fundación Lloguer Solidari quienes con el lema, Vivir y Convivir, se pretende que el estudiante universitario y personas jubiladas puedan ayudarse mutuamente. El estudiante recibe un domicilio a cambio de que este, sirva de compañía ante su arrendador. Conocer fundaciones como Lloguer Solidari o Sostre Cívic, crea trayectorias a la hora de entender la residencia.

 Otra forma de entender la vivienda es como espacio-negocio donde los propietarios de dichos hogares los comparten con tal de recibir beneficios. Empresas de este tipo son por ejemplo las agencias de viaje que sirven de conexión entre los futuros inquilinos con los futuros anfitriones. Tras hablar con una de las agencias, confirma la idea de negocio donde la mayor preocupación se basa en las necesidades y el bienestar del cliente.

…(ARGUMENTO MÁS ALLÁ DEL DINERO)

Conociendo algo más los campos a trabajar, se pretende crear un espacio compartido que mejore las relaciones sociales como realizan la fundación de Lloguer Solidari pero que además, se obtengan beneficios más allá de la compañía, al igual que realizan los espacios-negocio pero que el bienestar no solo sea importante en el arrendatario sino también en el arrendador.

Como conclusión, se crea una vivienda formada por los propietarios de un bloque. Estos vecinos se tratan de personas de un estatus medio cuyos problemas económicos les resulta un obstáculo para llegar a realizar algunas labores o relacionarse con sus semejantes. Dentro de ese bloque, se introduce un inquilino quien a cambio de favores o de un contrato (dependiendo de cada propietario), vivirá en las habitaciones cuyo propietario crea oportunas.  La función principal se basa en fomentar las relaciones sociales, las cuales servirán para que el ser pueda crecer al mismo tiempo de forma individual.




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