Neightborhood homestay flat
Se trata del resultado de una investigación que ha llevado hasta crear un tipo de alojamiento temporal que permite el desarrollo individual y social del ser humano del siglo XXI. A continuación se explicarán los procesos que se han ido siguiendo hasta llegar a tales conclusiones.
Se trata del resultado de una investigación que ha llevado hasta crear un tipo de alojamiento temporal que permite el desarrollo individual y social del ser humano del siglo XXI. A continuación se explicarán los procesos que se han ido siguiendo hasta llegar a tales conclusiones.
Aristóteles, uno de los más filósofos más reconocidos de la antigüedad
griega, define al individuo como un animal político, en otros conceptos, como
humanos que necesitan vivir en sociedad. (Política, libro 1,1)
Aunque el individuo necesita ese colectivo para poder vivir, no quiere
decir que le resulte sencillo ya que se ve obligado a dejar a un lado parte de
sus ambiciones personales para llegar a cultivar las relaciones sociales.
Como ejemplo de colectivos, en las zonas centrales de las ciudades y pueblos,
donde el papel social toma una mayor importancia, se crean viviendas
verticales. “El ambiente
en el entorno urbano es apto para crear cierto grado interacción con los
vecinos. Los vecindarios son una excelente oportunidad para establecer
relaciones de apoyo, respeto y cordialidad.”
Los bloques de propietarios crean sub-colectivos donde las relaciones
sociales se estrechan más haciendo que la cordialidad, el respeto y el apoyo
son más proclives a que se lleven a cabo.
Aunque ya de por sí, formar parte de una sociedad es complicado, en el
siglo XXI, existen otros factores que hacen peligrar estas comunicaciones. Uno
de los peligros son las tecnologías que convierte al ciudadano en un ser
agazapado, alejado del mundo que le envuelve, acercándose más a la idea de
individuo antisocial. Según comenta María Luisa Pfeiffer, el articulo Derecho de la privacidad. Protección de losdatos sensibles.
En el siglo XXI, con la crisis, muchas son las personas se alteran sus
formas de vida, abandonando sus hogares para buscar otro tipo de vivienda que
cumpla a sus necesidades y se ajuste su economía. Ejemplo de ello son los
desahucios, la ocupación ilegal o chabolas, imagen de viviendas
indignas. Sin embargo, no solo las personas que no pueden costearse
un lugar donde dormir tiene problemas, sino que, las personas que tienen una
propiedad y que pertenecen a un estatus medio, también les afecta la crisis.
Tiempo atrás, estos individuos podían tener ciertos caprichos, como realizar un
viaje o comprarse un vehículo. Cabe añadir, que no solo afecta de forma
individual o familiar, sino que, también afecta a la hora de relacionarse con
los semejantes ya que, el ser del siglo XXI prefiere aislarse en sus hogares
con tal ahorrar y no despilfarrar sus ahorros.
Para conocer más acerca el estilo de vida de propietarios con problemas
económicos, se realiza una investigación algo más cercana se les otorga un rostro con nombres y apellidos. Los propietarios se
tratan de ocho familias que se encuentran en un edificio de viviendas y que
cumplen con el perfil antes nombrado. Para el estudio, se realizan unos
diagramas que trasladan las acciones y movimientos de los vecinos al papel a
partir de representaciones gráficas. Este método tuvo repercusión en los años
90 y arquitectos como van Kermel o Foster, lo llevan a la práctica.
El procedimiento se basa en reflejar las actividades del ser en función de
la INTENSIDAD, el TIEMPO y el LUGAR.
Tras la representación gráfica y barajando los problemas antes
citados, se empieza a pensar en crear otro modo de vida que
permita adaptándose a las necesidades del ser del siglo XXI y que
además, permita mejorar las relaciones sociales. Se baraja la posibilidad de
crear un tipo de habitáculo compartido que permita tanto al arrendatario como
al arrendador VIVIR Y CONVIVIR.
Con la idea
de romper la cotidianidad en cuanto a formas de crear un hogar, surge la
pregunta de ¿realmente, nadie se ha planteado esto antes? Y respondiendo a la
cuestión, surge la fundación Lloguer Solidari quienes con el lema, Vivir y
Convivir, se pretende que el estudiante universitario y personas jubiladas
puedan ayudarse mutuamente. El estudiante recibe un domicilio a cambio de que
este, sirva de compañía ante su arrendador. Conocer fundaciones como Lloguer
Solidari o Sostre Cívic, crea trayectorias a la hora de entender la residencia.
Otra forma de entender la vivienda
es como espacio-negocio donde los propietarios de dichos hogares los comparten
con tal de recibir beneficios. Empresas de este tipo son por ejemplo las
agencias de viaje que sirven de conexión entre los futuros inquilinos con los futuros
anfitriones. Tras hablar con una de las agencias, confirma la idea de negocio
donde la mayor preocupación se basa en las necesidades y el bienestar del
cliente.
…(ARGUMENTO MÁS ALLÁ DEL DINERO)
Conociendo algo más los campos a trabajar, se pretende crear un espacio
compartido que mejore las relaciones sociales como realizan la fundación de
Lloguer Solidari pero que además, se obtengan beneficios más allá de la
compañía, al igual que realizan los
espacios-negocio pero que el bienestar no solo sea importante en el
arrendatario sino también en el arrendador.
Como conclusión, se crea una vivienda formada por los propietarios de un
bloque. Estos vecinos se tratan de personas de un estatus medio cuyos problemas
económicos les resulta un obstáculo para llegar a realizar algunas labores o
relacionarse con sus semejantes. Dentro de ese bloque, se introduce un inquilino
quien a cambio de favores o de un contrato (dependiendo de cada propietario),
vivirá en las habitaciones cuyo propietario crea oportunas. La función principal se basa en fomentar las
relaciones sociales, las cuales servirán para que el ser pueda crecer al mismo
tiempo de forma individual.
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